FF: "La historia de Carmen y Eleazar" 2

Capitulo 2: ¿Dueño?


Note que respiraba muy rápido, sus ojos se veían tan bellos, con una chispa en su interior que no me dejaba apartar los míos de los suyos, cerré los ojos para concentrarme, me preguntaba que hacia el aquí, jamás lo había visto antes en este lugar y se me hacia más raro cuando yo había pasado en este lugar los últimos seis meses. Tome valor y le pregunte, esperando no ser muy entrometida en asuntos ajenos.

-Disculpe usted señor Ángel... –empecé a decir pero me interrumpió en un tono muy amable
-Solo dime Ángel, no es necesario ese trato de usted –me sonrió de una forma que me hizo tenerle confianza.
-Ángel ... nunca lo había visto por aquí, ust... tu trabajas aquí o estudias en este lugar –si así fuera me sentiría mal por nunca haberlo notado, como no iba a reconocer a alguien con esa mirada. Lo observe muy atenta, seguía sonriéndome, tomo de nuevo mi mano

-Te gustaría sentarte un rato conmigo -señalo el amplio asiento que tenía el piano, en donde él había estado sentado hace unos momentos antes de que llegara, asentí con mi cabeza, me sentía nerviosa de estar a su lado, pero más que nerviosa era curiosidad de saber quién era aquel misterioso hombre.
Nos sentamos y me quede mirando unos segundos el piano, siempre había tenido curiosidad de aprender a tocarlo, pero mi madre creía que una joven de mi edad debía aprender otras cosas en lugar de perder el tiempo con instrumentos musicales, levante la mirada para ver a Ángel, me sonroje al ver que me miraba atento. –Sabes tocar –pregunto entornando sus ojos con curiosidad.

-No... No sé, pero me gustaría aprender y sobre todo... –mire de nuevo las teclas – me gusta el sonido que produce y las melodías que se pueden crear -dije pensando en la canción que había escuchado hace unos momentos. –Sabes tocar muy bien, te escuche desde la puerta principal, al principio pensé que era mi imaginación lo que me hacia escuchar las notas de un piano, ya que no tenía ni la menor idea de que aquí hubiera un piano –sonreí, de haber sabido hubiera venido a escondidas para poder tocar.

-Creía que ya no se encontraba nadie en el lugar, lamento haberte hecho creer que estabas alucinando melodías desconocidas, regrese hace unas semanas de Italia, y como yo soy el dueño de este lugar no vi problema alguno.- me dirigió una sonrisa parecía ser que se divertía con algún recuerdo pero no preste demasiada atención, ya que la frase “soy el dueño del lugar” había captado toda mi atención.

-Tu... tu eres el dueño de esta escuela –pregunte entrando en pánico – creía que la Señorita Leverman era la dueña del lugar, me siento engañada –dije tratando de bromear al final un poco y resulto ya que Ángel se había echado a reír.

-Si soy el dueño – dijo entre risas – Desde hace varios si... años que funde esta pequeña escuela, y dime… ¿por qué estas estudiando aquí…?- me pregunto entrecerrando sus ojos parecía que estuviera estudiando mis gestos que haría al dar mi respuesta.

-Bueno principalmente por mi madre, quiere que tenga excelentes modales para ser la mejor y brillar en sociedad –dije torciendo un poco la boca de reprobación, el se dio cuenta y antes de que preguntara el porqué de mi reacción continúe – No me gusta esa idea, mi padre me iba a dejar estudiar o hacer lo que quisiera en mis últimos años libres antes del matrimonio pero… cuando mi madre se propone algo, nada la detiene … por eso estoy aquí, estudiando modales y cosas que se supone que hare cuando me case… -respondí con mi mayor sinceridad.

-No pareces muy feliz con la idea de casarte… ¿qué no es el deseo de toda joven doncella en esta época? ¿Encontrar un buen marido y ser felices por siempre? – pregunto intentando entenderme

-No lo es… si no conozco a la persona, y mucho menos si no estoy enamorada, si ese es mi destino así será… pero mientras tanto, hay tantas cosas que quisiera hacer antes de casarme… ver el mundo, poder aprender a tocar diversos instrumentos, poder leer novelas que hagan suspirar a cualquiera, conocer el mar, poder pintar sin que me den instrucciones de que debo pintar y muchas otras cosas… --había dicho todo esto tan deprisa y casi susurrando, que no sabía bien si me había escuchado o no, pero cuando vi su rostro el sonreía.

-Estoy casi seguro que harás todas esas cosas antes de casarte, parecer ser una doncella muy decidida, y puedo ayudarte con algo de toda tu lista –dijo sonriendo aun mas.

-¿A que podrías ayudarme? –pregunte un tanto desconcertada, de todo lo que había dicho, ¿con que podría ayudarme? Tal vez pudiera darme algún buen libro y leerlo a escondidas en la casa de las señoras en donde me quedaba, o tal vez darme un lienzo y pintar a mi antojo… pero el simplemente se limito a mover su mano de forma muy suave, para que pudiera notar claramente lo que estaba haciendo, con su dedo índice toco una tecla, entonces lo comprendí, me en enseñaría a tocar el piano, sonreí automáticamente ante la idea, lo mire y sonreí aún más.
-De verdad ¿me enseñarías a tocar el piano? –dije respirando más rápido….

-Por supuesto –empezó a decir – solo con una condición y espero no te moleste – dijo moviendo un poco su rostro de lado

-¿Cual condición? –pregunte rápidamente…
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Hasta ahí llega el capitulo 2, me estoy apurando con Purple Sky y con este fic, espero no tardar mucho :) ¿Qué les parece?

FF: Purple Sky 3

Los personajes, (a excepción de los que yo adjunte ósea “Gizem”), y la historia hasta Amanecer pertenece a la gran escritora Stephenie Meyer. Yo solo he creado un final después del que ella hizo en Amanecer.

Capitulo 3: GIZEM POV


Un año más, un año más en este pueblo… no me desagradaba la idea de estar en el, lo que me deprimía era que todos me vieran como la extraña, un bicho raro que había llegado a este lugar porque le era un estorbo a sus padres. Porque sabía muy bien lo que escuchaba en el comedor, lo que murmuraban de mi en los vestidores del gimnasio, lo que susurraban mientras metía mis cosas al casillero. “Ahí va la apática”, si tan solo supieran que realmente quisiera poder entablar una amistad sin que me presumieran de sus vidas, de que hablaran de sus familias cuando yo no tenía una, me molestaba tener que escuchar su mundo rosa mientras que el mío era gris. Quien hubiera pensado que hace más de tres años que le habían ofrecido a mis padres un importante empleo en Tokio, yo terminaría aquí, en un lugar remoto de Estados Unidos, donde lo más interesante del año era cuando alguna vez salía el sol.
No me despedí de la chica que se había sentado a mi lado, Renesmee, se veía amable y me había invitado a ir de compras, le dije que si iría pero realmente no estaba de humor para dar explicaciones del porque no podía ir con ella a comprar ropa. En cuanto escuche el timbre tomé todas mis cosas y salí lo más rápido que pude de la escuela, no me importo si ya estaba lloviendo. Me puse el gorro de mi chamarra y camine hasta la casa de tía Judith.

Abrazaba mi propio cuerpo para no sentir tanto frio, estaba empapada pero no me importaba con tal de no subir al autobús y escuchar murmullos de “la chica sentada hasta atrás”, cualquier cosa como caminar 1 km hasta la casa era simplemente mejor. Tenía puesto los audífonos a un volumen suficiente para no escuchar los pocos coches que pasaban por la carretera. Un poco de pop me podría levantar el ánimo pero no lo había logrado desde que había llegado a este lugar. Todos creían que había llegado a Forks hacia un año y medio pero la verdad era que estaba aquí desde hace dos años. No quise entrar a mitad del año a la escuela, si de por si era considerada una extraña en la escuela desde el año pasado no quería imaginarme si hubiera entrado a la mitad del curso.

Metí la llave a la cerradura, sabía que la tía Judith aun no llegaba porque el seguro seguía puesto desde que lo deje. Limpie mis tenis en el tapete de la entrada no quería llenar de lodo toda la sala y las escaleras, opte por mejor quitármelos y caminar descalza hasta la habitación.

Cuando entró dejo sus tenis en el baño de la recamara para que se secaran y no mojar la alfombra de la habitación. Gizem se sentó en la cama, pensando en su primer día en la preparatoria… y esa voz en su cabeza nuevamente le hablaba, era su consciencia quien nuevamente le hablaba:
“¿Por qué sigues ahí Gizem?”, “No perteneces a esa escuela, para que esforzase si no puedes tener una amiga y mucho menos poder conseguir a el amor que tanto añoras desde que entraste a la escuela”. Y tenía razón, ¿a quién carajo le importaba mi vida? Ni a mis padres les importaba lo suficiente y la prueba era que se habían ido a otro continente dejándome en algún lugar remoto de EU, se les había hecho más fácil dejarme con algún familiar para que ellos libremente trabajaran sin que yo estuviera interrumpiendo con mi presencia.

Gizem abrazo muy fuerte una de las almohadas, acomodándose en la cama en posición fetal, cerró los ojos dejando escapar una lagrima que resbalaba por su piel tersa como resbalaría una gota de lluvia sobre un durazno solitario en el árbol, esperando caer hasta tocar fondo, sería un gran golpe, siendo ese probablemente su fin.
Unos golpes suaves se escucharon en la puerta de la habitación y rápidamente Gizem seco la traicionera lágrima con la manga de su chamarra que seguía húmeda por la lluvia; justo a tiempo para que su tía entrara a la habitación con un sobre blanco en la mano, el corazón de Gizem se acelero pensando en solo dos personas que pudieran escribirle.

“-Giz, querida te traigo una buena noticia amor “– empezó a decir tía Judith sentándose en una de las orillas de la cama alargando su mano para darme el sobre, era una carta y pude visualizar claramente la fina letra de mi madre, ella había enviado esa carta. –Te llego una carta de tus padres cariño – ella siempre era amable conmigo, yo no merecía tanto cariño por su parte. Por más que la tía Judith intentara hacerme sentir bien en este lugar yo me seguía sintiendo extraña, la casa era ajena a mí, la habitación, ella…. Para mi ella era una completa extraña…. ¡No!, Yo era la extraña en este lugar, pero de alguna forma intentaría encajar en este sitio, tal vez eso no sería necesario puesto que la carta que ahora sostenía entre mis manos podría traer un boleto hacia donde estaba mi madre, seguramente ellos me extrañaban como yo a ellos y me sacarían de este frio lugar.

-La cena esta lista cariño, puedes bajar en cuanto termines de leer la carta – diciendo esto salió por la puerta y hasta que escuche el crujir de las tablas de la escalera entonces abrí la carta para empezar a leer la fina letra de mi madre, tenía la fecha de tan solo hace tres días:

“Mi querida Gizem, mi pequeña niña” –esa era la letra de mi madre, era inconfundible.
Las lágrimas empezaron a brotar de los ojos de Gizem mientras seguía leyendo aferrando sus manos y dedos a las hojas como si así pudiera sentir a su madre.
“Ha pasado tanto tiempo desde que te abrace por última vez, se que te preguntaras porque escribirte una carta y no enviarte un correo, pues siento que no es lo mismo que leas de una maquina lo que te quiero decir, lo que expreso a que veas lo que escribo de mi mano para ti mi niña.
Quiero que sepas que muy pronto te recompensare el tiempo perdido, ya verás como muy pronto estaremos juntas de nuevo. Tu padre está trabajando y hace todo lo que le piden, así como yo, nuestro jefe es bastante gruñón pero la paga es más que generosa así que se recompensa nuestro esfuerzo, veras que todo esto que hacemos es por tu bien.” – al menos ellos estaban juntos, pensé para mí misma – “Te extrañamos mucho amor, pero muy pronto estaremos siempre juntos, los tres…” – había un borrón o mejor dicho un tachón en la siguiente palabra pero lo que restaba en la carta era su despedida – “Te amamos Gizem, empieza la cuenta regresiva para que la familia este unida, esfuérzate mucho en lo que hagas.”


Las lágrimas empezaron a brotar de los ojos de Gizem, sostenía la hoja con demasiada fuerza pero una sonrisa se mostraba en su rostro. Lo que más la ilusionaba era ver a sus padres porque a pesar de vivir con una “tía” no se sentía en casa, ni con familia.

Me seque las lagrimas con mi chamarra para no mojar la carta, la metí en su sobre con cuidado y la metí debajo de mi almohada, esperaba que con eso al menos las pesadillas disminuyeran, me vi al espejo sonriéndole a mi reflejo y baje al comedor.

Tía Judith se alegro al verme sentar enfrente de ella, me paso el plato con mi cena. Tenía que admitir que ella es una excelente cocinera si hubiera puesto un restaurante en lugar de una tienda de regalos le iría mucho mejor. Al recordar su tienda en mi mente se vino el nombre de la chica que me había invitado a ir de compras, no estaba segura de ir con ella yo no era muy sociable y ella se veía que podría ser la más popular de la escuela pero no perdía nada con ir además mi madre me había dicho que me esforzara en lo que hiciera solo había un problema… no tenía dinero, yo sabía que mis padres le mandaban dinero a la tía Judith para mis gastos pero nunca lo necesite, tal vez podría darme un poco lo suficiente como para comprar unos zapatos.

-Tía Judith… – empecé a decir pero ella rápidamente había levantado la mirada

-¿Quieres más ensalada? – me pregunto estirando la mano con la ensalada a mi alcance

-Este, no gracias, es que quería saber si podía salir el viernes con una chica del instituto, ir de compras… – había olvidado el lugar, ¿había dicho Port Angeles o Seattle? Rayos Gizem, que le pasa a tu memoria bueno tal vez así era mejor, si no me dejaba ir entonces no era necesario recordar el lugar.

-Ah Gizem, cariño para eso no me tienes que pedir permiso pero imagino que quieres dinero verdad – Se levanto de la mesa caminando rápidamente a la vitrina de color caoba que hacia juego con el comedor, del segundo cajón saco un sobre amarillo y me lo entrego. No tenía ni idea de lo que era hasta que me dijo que lo abriera. Me lleve una gran sorpresa al ver tres tarjetas american express una de color platino y las otras dos de las normales que sacan en televisión, ¿era en serio? Me conformaba con que me diera unos dólares no una tarjeta sin límites. Ella debió ver mi cara de sorpresa porque me puso su mano en mi hombro sonriéndome, ¿por qué siempre me sonreía?

-Tus padres me las enviaron hace unos meses, empezaron a enviar dinero pero después creyeron que sería mejor no limitar tus gustos, las guarde porque jamás me habías pedido tu dinero tampoco hemos ido de compras juntas –Me sentí mal, tal vez debería ser una mejor huésped con ella, después de todo, ella era la prima de mi padre y tendría que agradecerle más por tenerme en su casa. Pero ¿qué se supone que le diga? “¿Gracias por darme mi dinero?”, eso sonaba algo rudo.

-Muchas… gracias tía Judith – si eso sonaba bien, me dijo de nada en un tono muy suave casi ni lo había escuchado y volvió a sentarse para terminar su comida.
Intente pensar en algo que decir pero el resto de la cena se fue en silencio, cuando nuestras miradas se cruzaban ella solamente me sonreía, se que debía intentar acercarme a ella, pero como hacerlo si cada que la veo solo pienso en que mis padres fueron egoístas al irse a trabajar quien sabe donde mientras me dejaban aquí con ella que jamás había visto antes. Y según la tía Judith a mi me encantaba venir a visitarla cuando era niña, pero seguro fue cuando era muy niña porque no recuerdo absolutamente nada de eso.

Como todas las noches desde que había llegado a Forks no pude dormir más de cuatro horas, por mucho que lo intentara no dormía bien, siempre tenía esa ansiedad dentro de mí que no me dejaba dormir el problema era que no sabía el ¿Por qué? de esa ansiedad.

Nuevamente le gane al despertador, la misma rutina: bañarme, vestirme, peinarme, desayunar, lavarse los dientes, tomar la mochila, caminar al instituto, tomar clases, caminar de regreso a la casa de tía Judith, hacer la tarea, cenar, dormir. Si este día seria igual que los demás. Me mire en el espejo, mi cabello se veía sin vida cuando unos dos años atrás era la envidia de todas mis amigas, me veía más pálida y las ojeras no me ayudaban en nada a verme mejor.

Jamás había tomado el autobús porque me gustaba caminar al menos eso era lo único que podía hacerse bien en este lugar, el problema era la tonta lluvia, algo dentro de mí en lo más profundo de mi ser sabia que adoraba el sol y que anhelaba verlo más seguido pero no recordaba que fuera una fan de el sol.

Llegue al instituto con mis converse empapados pero ya no me molestaba, me daba igual si iba dejando huellas de agua detrás de mí, me bastaba con llegar a tiempo a la clase y poder sentarme hasta atrás sin que nadie me molestara pero una chica de ojos color chocolate me miraba desde una banca, me detuve al ver que me sonreía y corría a saludarme. “ok, supongo que tendré que saludar también, si ella lo hizo primero pues sigo yo o ¿no?”.

“-Gizem, me alegro tanto que llegaras, espera… ¿vienes caminando al instituto? Bueno no importa, ayer no me diste tiempo de despedirme decentemente de ti, soy nueva en este lugar y me preguntaba si te gustaría ser mi compañera de laboratorio, me informaron apenas que me cambiaron de algunas clases porque ya estaban muy llenas y no tendría compañero de trabajo en la mayoría de las clases y aparentemente me han puesto en las tuyas porque tampoco tienes compañera de trabajo.” – Renesmee hablaba muy rápido, parecía que estuviera hablándome el doble de lo que hablo conmigo ayer aunque no recordaba gran parte de la conversación para ser honesta.

-Supongo que está bien - ¿Qué más podría decir? ¿*No necesito compañero*? Además mi madre me había escrito que me esforzara en todo lo que hiciera y tal vez era hora de ser un poco más sociable, tener una amiga ya era ser sociable en este lugar.

“-En ese caso andando, las clases están por comenzar ah! Casi lo olvido, ¿si te dieron permiso para el sábado? Es que estaba pensando en que si lo cambiamos para hoy, ¿qué dices?”. Tenía que estar bromeando, apenas era martes y quería salir de Forks a comprar ¿ropa?

-Yo… no lo sé, es que ni siquiera traigo las tarjetas que me mandaron mis padres – estaba diciendo la verdad, ¿para qué rayos iba a necesitar una tarjeta platino en el instituto? No creía que en el comedor recibieran tarjetas.

“No te preocupes por eso, mi tía Alice viene por nosotras y pasamos a tu casa si lo deseas, es que quería invitarte el sábado a otro lugar, a La Push, varios amigos harán un picnic y me dejaron invitar a alguien que dices? ¿Sí? ¿Sí?”

Yo jamás había ido a La Push, siempre escuchaba a los demás hablar de ese lugar, la reserva que había a unos kilómetros de aquí, pero nadie se había molestado en invitarme, aunque después de todo yo no hubiera aceptado las invitaciones. Pero si quería que la única persona que me hablaba siguiera haciéndolo tendría que aceptar.

-Supongo que está bien – debía buscar mejores frases para aceptar ir a lugar con personas. Caminamos a la clase de laboratorio en donde sería la primera vez que tendría compañero aunque ahora que lo pensaba antes de entrar a la preparatoria yo no tenía compañero de trabajo en la otra escuela y era extraño que ella entrara una semana después del inicio de clases, no se lo había preguntado y parecía que nadie lo hubiera notado.

-Oye, ¿por qué tú te inscribiste una semana después de que iniciaran las clases? – no me había dado cuenta pero ya estábamos en el laboratorio, deje mi mochila en la mesa.

“-ah hay una buena explicación para eso, mi madre no estaba muy segura de si debía inscribirme aquí o buscar otro lugar y mi tía Alice, bueno ella prefería simplemente que estudiara en casa pero yo quería conocer este lugar, así que finalmente gane una apuesta con mi tío Emmett de que convencía a mi papá de que me dejaría estudiar aquí”.

No entendí ni la mitad de lo que me estaba diciendo pero no iba a entrometerme, al menos ella sabia como hacerle para que los demás no la vieran como la nueva, yo llevaba aquí dos años y seguía sin poder relacionarme con alguien de este lugar.

Las clases pasaron y ella me contaba de su vida, parecía que había personas con vidas perfectas porque ella era un claro ejemplo de tenerla. Al parecer toda su familia es muy unida, sus padres son empresarios, en eso se parecían a los míos, su tía ¿Alice y Rosalie?, les encantaba llevarla de compras a donde ella quisiera, practicaba deportes con sus otros tíos, pero aún no me contaba de alguien.

-¿Y… el muchacho que vino a recogerte ayer? ¿Es tu hermano? – al parecer se sorprendió de que me hubiera dado cuenta de que la había visto, pero no fue a propósito, salió rápido del salón, pero antes tenía que recoger varios de mis libros que tenía en el casillero y cuando salí ella estaba en la moto de alguien bastante atractivo.

“No, no es mi hermano, de hecho… ¿te puedo contar un secreto?” Asentí una vez con la cabeza, ya iba progresando, la mitad del día y ya alguien me contaba secretos, creo que hoy me levante con el pie derecho. “Es mi novio, pero no se lo hemos dicho a mis papás porque ellos aún me ven como una niña, sé que me veo como una pero soy lo suficiente madura como para salir con alguien” En definitiva yo no era la rara en la escuela.

-Pero ¿qué él no está un poco mayor para ti? No es que me quiera entrometer es solo que el parecer tener como unos 25 o 26 y bueno tú tienes 15 o 16 ¿no es demasiada la diferencia? – O tal vez Gizem, es que tú vivías en la época antigua donde todavía existe el amor.

-No – se rio yo diría que nerviosa – Jake es todo un traga años, en serio créeme, aparenta tener unos veintitantos pero tiene menos, apenas inicio la carrera – si ella lo decía, yo le creería, además ese no me tenia porque interesar.

Finalmente las clases terminaron, al parecer hacíamos buen equipo en gimnasia o eso fue lo que dijo el profesor cuando nos vio jugando tenis y le habíamos ganado a un chico rubio y a Karla, la porrista estrella.

-Me alegro que me hayan cambiado a tus clases – me dijo Renesmee cuando íbamos saliendo del lugar. Le sonreí pensando que eso sería mejor que mis tontas palabras.
Se dirigió al estacionamiento y la seguí, me preguntaba si ella llevaba coche o si su tía nos esperaría ahí y me quede boquiabierta al ver un convertible plateado, no sabía mucho de autos pero ese parecía un modelo reciente y obviamente no era la única con la boca abierta. Más de la mitad del equipo de baloncesto miraba sorprendidos el auto. Del auto bajo una mujer con el cabello corto, llevaba lentes de sol, un poco extraño dado que siempre estaba nublado aquí, abrazo a Renesmee y después me miro.

“-Mucho gusto, tú debes ser Gizem ¿cierto?, Renesmee casi no nos ha contado de ti, me gustaría ver si serán mejores amigas así como alguna vez vi que Bella seria mi mejor amiga…” se detuvo cuando Renesmee le dio un ligero codazo – “Pero que descortés soy, soy Alice, la tía favorita de Nessie” ¿Nessie? Qué extraña forma de llamarla. “-Entonces nos vamos ya? Tenemos que irnos rápido para encontrar las mejores tiendas aún abiertas”.

-Eh… Bueno yo tengo que ir a la casa de tía Judith por mi dinero… - pero ella ya me estaba empujando para subirme en el pequeño espacio del convertible y Renesmee entro después de mí.

“-No te preocupes por eso, no las necesitaras créeme, ya lo tengo todo arreglado, iremos por las compras luego iremos a la casa para comer sino Rose se pondrá como loca histérica por haber secuestrado otra tarde a Nessie para mi sola además de que me recriminara de que no entro a esas clases de cocina para que su sobrina no coma por las tardes en su casa.” – no pensé que una persona pudiera hablar tan rápido como lo estaba haciendo, no sabía si asustarme o impresionarme.

Mire a Renesmee quien me miraba apenada y me sonreía tímidamente, también le sonreí, esperaba que a la tía Judith no le molestara el que no fuera a cenar el día de hoy.

Llegamos a Seattle en muy poco tiempo, me asusto la forma en que su tía manejaba, era aterrador ver como la manecilla no bajaba de los 170 k/h.

Cuando me di cuenta, ya tenía dos bolsas con ropa en cada una de mis manos, su tía tenía problemas con las compras me preguntaba si ya la estaban tratando o es que nadie había notado su manía de comprar lo primero que viera en cada una de las tiendas, incluso me había comprado diademas cuando yo siempre usaba mi cabello recogido, pero no podía quejarme tanto, la verdad era que me la estaba pasando muy bien… de hecho, mejor de lo que podía imaginar, mientras la tía de Renesmee había ido a comprar pares de zapatos ella y yo nos quedamos comiendo un helado, al principio me sentía extraña pero ahora me reía junto con Renesmee cuando su tía quiso llevarse un cartel enorme que promocionaba trajes de caballero, según ella para mostrárselo al papá de Renesmee y poder saber si le quedaría bien.

-Renesmee… ¿te gusta que te digan “Nessie”? Quiero decir, ¿No te molesta que te llamen como el monstro del Lago Ness? – No quería preguntárselo pero me sentiría mal si lo que le molestaba era que la llamaran por su nombre original.

“-De hecho, me gusta que me digan Nessie o Ness, es más corto que Renesmee además estoy acostumbrada porque desde niña mis tíos y… amigos de la familia me llaman así” – hizo una pausa pero me sonrío, eso significaba que no le molestaba mi pregunta – “Puedes llamarme Nessie, no me molesta y a ti te gusta así todo tu nombre o ¿tienes alguno más pequeño?”

-Siempre me han dicho Gizem – le respondí, no recordaba que alguien me dijera de otra forma

“-¿Qué te parece Giz? ¿Puedo llamarte así?” – me reí y me sorprendió la facilidad con la que ahora reía, esta debía ser mi nueva yo, junto con el nuevo nombre… “Giz”.

-Me gusta la idea, Nessie. – le dije en complicidad.

Su tía Alice salió finalmente con un cartel y nos subimos a su auto, el viaje de regreso fue más corto, no solo por la velocidad a la que iba, también porque su casa estaba en las afueras de Forks. Era preciosa su casa, no la envidiaba porque yo no me quejaba de donde vivía ahora pero ella tenía una enorme casa, lo que toda una chica querría seria dinero, una enorme casa y familia que le diera lo que quisiera.

Ella tenía todo eso y seguía siendo una persona normal, no se creía por encima de las demás ni menospreciaba. Tal vez había encontrado a una amiga de verdad.

Entre a su casa y en la entrada había varias personas que nos sonreían, un hombre musculoso abrazando a una mujer hermosa, cualquier modelo lloraría con tan solo verla. Un hombre con cabello rubio fue hasta la tía de Nessie para ayudarle con todas las bolsas, supuse que era su esposo. Y la otra pareja imagine que eran los padres de Nessie, se veían demasiado jóvenes, hasta podrían parecer sus hermanos, él tenía las mismas facciones de Nessie y ella tenía el cabello del mismo tono que Ness.

-Bienvenida a nuestra casa, debes ser la amiga de Nessie, soy Bella Cullen, la mamá de Ness y el es Edward su padre – su mamá era muy amable conmigo, pero su padre me veía con molestia, todavía no hablaba y ya le molestaba a alguien de la familia de Nessie, bien hecho Gizem, apenas crees tener una amiga y ya lo estropeaste todo.

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Bueno hasta aquí llego este capítulo, me costó trabajo terminarlo porque no me sentí “Gizem”, jajaja no me sentí ni triste, apática o enojada como para ponerme a escribir, he estado muy feliz últimamente y no me salía el personaje, tuve que ponerme a ver películas tristes… y vaya una me deprimió tanto que ni podía escribir jajaja lo sé soy extraña. Pero ¿qué tal va? Alguna duda pueden preguntarla. Bien, Edward la ve medio molesto por una muy buena razón.

“I’ll show you sweet dreams next night”
V.K.

FF: "La historia de Carmen y Eleazar" Capitulo 1

Aquí el primer capitulo, son muy cortos los capitulos, no se porque pero asi me salian jajajaja. a ver que les parece.

Capitulo 1:
LA HISTORIA DE CARMEN


Esta es mi historia… una historia en donde lo tuve todo y lo perdí en mi vida humana, una historia en donde mis alegrías son opacadas por las penas que viví y que aun me siguen atormentando… aun después de 400 años de existencia… esta es mi vida…

Mi vida humana era igual que todas las demás jovencitas en donde tenían que tener una buena educación y valores y ser casadas lo antes posibles, sabia cual era mi destino en esos momentos, llegaría a la edad en donde me escogerían un marido y me casaría sin reproche alguno, porque sabía que así tenía que ser, sin embargo tuve algo mejor que las demás jóvenes de mi edad, me permitieron viajar a Paris, una ciudad en donde había de todo, lo que más me interesaba eran las artes, las pinturas en donde estaban reflejados los sentimientos de los artistas, en donde expresaban sus ideas sin preocuparse lo que los demás pensarían de ellos. Yo quería ser así, intente ir por ese camino y así fue durante un año que estuve estudiando en ese lugar, hasta que la vida me guio a otro destino.


Hacía mucho frio en las calles de Paris, se acercaba el invierno y mi próxima visita a mi familia también, podía verlos solo dos veces al año ya que la escuela en la que estaba era muy demandada así que tenía que estudiar todo el tiempo. Iba ya de salida de la escuela hacia la casa en donde me quedaba junto con unas señoritas muy amables conmigo, estaba ya casi en la puerta para salir a las frías calles cuando lo escuche por primera vez…. Un hermoso sonido me hizo mirar atrás y buscar el origen de aquella bella melodía que jamás había escuchado… subí hasta el segundo piso del lugar y por fin había encontrado la puerta de donde salía aquel bello sonido de un piano tocando una melodía única.

La puerta estaba entreabierta y no pude evitar el querer entrar, lo primero que vi me dejo sin aliento, un joven de no más de 18 años con un cabello negro brillante, de tez pálida como si hubiera estado toda una noche en las frías calles de Paris, sus ojos permanecían cerrados, sus manos recorrían el piano sin dudar de lo que tocaba, como una canción que hubiera tocado desde hacía mucho… me quede en la puerta mirándolo sin saber qué hacer, si salir y regresar a la casa o quedarme ahí parada viendo como tocaba con tanta pasión … Mi cuerpo no reaccionaba ante mis pensamientos, en el fondo sabía que tenía que irme, después de todo seria molesto que alguien entrara sin pedir permiso. Termino de tocar antes de que pudiera decidir qué hacer, sonrió como si hubiera recordado algo gracioso, dirigió su mirada hacia mí y pude contemplar unos ojos miel casi dorados… sentí que me perdía en su mirada… lo único que pude pronunciar fue...

-Hola... Disculpa si te distraje no fue mi intención –pensé que diría algo pero seguía observándome…

Estaba a punto de salir cuando pronuncio unas palabras como si estuviera cantándolas, el sonido de su voz era tan angelical, como un sonido tan suave que acaricia tu rostro mientras viaja, no podía apartar la mirada de su rostro, más que nada de sus ojos brillantes, jamás había visto unos ojos semejantes.

-No te vayas por favor –fue lo que me dijo el joven que estaba enfrente de mí – Pensé que ya no habría nadie en el lugar fue por eso que decidí tocar –miro al piano que tenía a su lado y me dirigió de nuevo esa mirada tan sincera.

-Estaba a punto de irme cuando te escuche tocando, jamás había escuchado una melodía como esa –vaya las palabras salían de mi boca automáticamente, tenía que respirar disculparme de nuevo y retirarme pero aun así había algo que me detenía, el problema era que no sabía que era.

Se levanto y se dirigió hacia mí con un paso decidido, era alto, e rebasaba como por 15 centímetros, pero podía verlo bien aun así a los ojos, se detuvo a dos pasos de mí, tomo mi mano, pude sentir su mano fría como un bloque de hielo pero aun así no dije nada, la beso y se presento formalmente.

-Me llamo Ángel Evercrown, es un placer conocerla señorita… -dejo la oración sin terminar esperando mi respuesta… pero sus ojos hacían que me perdiera y solo dije mi nombre…

-Carmen, el placer es mío –empezaba a creer que algo malo me sucedía…

FF: "La historia de Carmen y Eleazar"

Creo que muy pocos saben que cuando me invitaron a formar parte de un foro rol estuve con el personaje de "Carmen Denali" y pues al principio no me gustaba porque no sabia bien la historia, entonces pense:

¿Y si hago la historia de Carmen y Eleazar?


Y empece a hacerla, me quede hasta el capitulo 2 jajaja si, que chafa soy... pero fue cuando empece a idear lo de "Purple Sky", entonces lo deje en el aire... Lo retomare, publicare los dos que llevo y espero no tardar mucho en el tercer capitulo. ;) espero sus comentarios!

Ah! por cierto, estos dos capitulos solo los publique en un foro rol, asi que no tomen algo que no es suyo, si lo toman denme el credito, vale? ;) Hay que ser creativos!

FF: Purple Sky 2

Capitulo 2: ¿Un día normal?

Foto: Fuente
Renesmee POV(Point Of View):


Las manecillas del reloj avanzaban poco a poco, los segundos se convertían en minutos, los minutos en horas, así era el tiempo para las personas normales, pero para mí el tiempo no tenía el mismo significado.
Crecí a gran velocidad, tenía la misma edad que los que estarían en mi clase, pero tan solo habían pasado 3 años y ya parecía una niña de 10 años pero no paso tan rápido como temían mis padres, incluso cuando ellos sabían de Nahuel, ellos temían que mi crecimiento fuera diferente. Seguían preguntándose cuando dejaría de crecer a esa velocidad y cuando estuve entre los 5 y 7 años fue mucho más lento. Ahora parecía tener entre 15 y 17 años, lo cual me ayudaba a estar aquí estudiando.
Añoraba ir a la escuela pero no podían saber de mi naturaleza sino tendríamos problemas nuevamente con los Vulturi, esa era la razón por la cual este es mi primer día de clases.
Tuve que esperar acorde fuera mi crecimiento a un grado en donde no se notara tanto lo que en realidad soy.
Me gustaría tener el don de mi papá, para poder saber porque los demás alumnos me veían de esa forma mientras estaba sentada. Tenia entendido que era el primer día de clases pero obviamente la mayoría ya se conocía desde niños, me sentí como decía mi mamá, “Todos los ojos sobre ti”, y haría lo que ella me aconsejo antes de irme a dormir:
“No intentes caerle bien a los demás, solo se tu misma, si realmente alguien quiere una amista sincera contigo, no le importara que te gusten los perros y a ella los gatos” me dijo mi mamá. Yo sabía muy bien como había conocido a su amiga Angela, aunque ahora no sabía dónde estaba, me había dicho como se entendieron y se comprendieron desde un inicio.
Así que me levante de la banca que estaba fuera de la escuela y me dispuse a entrar sin miedo a mis clases, las cuales hasta el almuerzo habían sido muy tediosas y aburridas, me alegraba de haber tenido muy buenos profesores en casa.
Cuando entre al comedor había muchos grupitos en cada mesa, todos se habían acoplado rápidamente al inicio de clases y se habían identificado unos con otros. Me iba a presentar con las porristas de la escuela pero al recorrer bien el comedor me percate que había una chica de cabello negro, su piel era pálida, por un momento creí que era como mi familia pero entonces escuche su corazón, era humana como los demás de esta escuela. La chica estaba sentada frente a la ventana que daba al bosque, tenía la mirada perdida, miraba solo el bosque, su bandeja de comida estaba en la mesa intacta. Camine hasta su mesa y le pregunte amablemente si me podía sentar con ella. Espere unos segundos hasta que giro un poco su rostro para mirarme y dedicarme una leve sonrisa que desentonaban con sus ojos inexpresivos y asintió con la cabeza.
-Hola, me llamo Renesmee, soy nueva en el pueblo aunque mis padres Vivian aquí y estudiaron en esta escuela. –me presente formalmente esperaba que ella me dijera algo pero solo me veía con curiosidad.
-¿Y tú? ¿Siempre has vivido aquí en Forks? – había algo en ella que me causaba curiosidad. Tardo en responderme pero finalmente me miro a los ojos y se presento.
-Me llamo Gizem* - dijo con una voz un poco ronca, se aclaro la garganta y siguió hablando – Soy nueva en Forks, vivía con mi familia en Canadá, pero ellos han tenido que irse a trabajar por unos meses a Asia por lo de su empresa, así que me dejaron aquí con una tía para que estudiara y que alguien me estuviera vigilando – bajo la mirada a su bandeja y tomo una manzana para comérsela despacio.
Ahora entendía porque su mirada triste y perdida en el bosque, extrañaba a su familia, yo jamás me había separado de mis padres, así que no podría comprender por lo que ella pasaba.
Intente darle ánimos pero no se me ocurrió que decirle, y aunque tuviera las palabras ella no me iba a escuchar porque en cuanto termino su manzana se levanto de la mesa sin decir nada. Me quede solo mirándola creyendo que me diría algo, pero solo dejo la bandeja encima del bote de basura y salió del comedor. No me percate que detrás de mi estaba la capitana de las porristas, tenía el uniforme puesto y la banda de capitana cosida en su hombro. Miraba por donde se había ido Gizem para después bajar su mirada hasta mí y decirme:
-Lleva un año así de apática, no se junta con nadie y no tiene amigos, no pierdas tu tiempo querida – me dijo moviendo su cabeza de lado a lado suavemente – Tienes el cuerpo de una porrista deberías intentarlo en las pruebas de mañana después de clases – me dio un papel de color azul claro con los datos de las pruebas en plumón negro. –Por cierto me llamo Vanessa – dijo mientras caminaba a la mesa donde estaban sus compañeras de equipo.
No espero a que le respondiera, este día se estaba poniendo interesante, no creía que los humanos fueran siempre a prisa para todo.
Sonó la campana y me dirigí a mi penúltima clase que paso volando, la maestra de Literatura debería ponernos a leer algo más interesante que un montón de libros que tratan sobre vampiros y sobretodo que se equivocan en casi todas las teorías.
La ultima hora llego, Historia, en esa debería de salir sobresaliente, mi tío Jasper había sido un gran profesor, le gustaba tanto contarme sobre las batallas en las que había estado y las que le hubiera encantado estar. Mi abuelo Carlisle le encantaba contarme del Renacimiento, y de muchas otras cosas. Entre al salón buscando donde sentarme y vi nuevamente a la Gizem sentada hasta al fondo del salón con un lugar vacio en su banca. Me dirigí hasta ese lugar y me senté.
-Espero no te moleste si me siento junto a ti – pero ella solo negó con la cabeza sin hablar. Me propuse ser su amiga, ella parecía estar sufriendo bastante como para que nadie la ayude a pasar un rato agradable.
-¿Te gustaría ir de compras conmigo y mi tía este viernes? Iremos a Port Angeles a buscar una blusa para mí, nosotras te llevaríamos a tu casa y si quieres también vamos por ti. ¿Qué dices? – Ella lo pensó un momento, imagine que primero tenía que pedir permiso y después me llamaría o algo así pero solo sonrió y me dijo – Si – ella movió la cabeza para ver llegar al profesor. Tenía que admitir que era un poco extraña pero bueno, si hablábamos de extrañezas mi familia y yo estaríamos en primer lugar. Además Jake decía que no debía juzgar a las personas sin conocerlas antes.
La clase pasó muy rápido para mí, creía que el profesor sería mejor relatando los hechos que pasaron en el mundo. Según mi tío Jasper la película “Pearl Harbor” no tiene ni el 10% de la verdad, pero a este país le gusta verlo de esa forma.
Finalmente sonó el timbre. Empezaba a creer que se había descompuesto, no había logrado hacer más que una amiga o eso creo. Haría muy feliz a mi tía Alice si me uniera a las porristas, así podríamos ir a varias tiendas buscando la ropa que combine a la perfección con el uniforme.
Me iba a despedir de Gizem pero ya había tomado sus cosas y salió rápidamente del salón hasta parecía que corría, supuse que la salida estaba más que confirmada. Así que no corrí detrás de ella para preguntarle nuevamente, tal vez sufría de apatía o simplemente extrañaba demasiado a su familia que prefería estar sola y no platicar de lo que sentía.
Tome mis libros y mi bolsa para salir de la escuela y esperar a que llegara Jake, había quedado de pasar por mi e ir por un helado, pero una de las porristas que pasaba a mi lado en el pasillo golpeo mi brazo con su mochila, se disculpo pero vi claramente como sonreí sin pena alguna.
“Genial, tengo una amiga que no habla y una enemiga que ni conozco” me dije a mi misma. Respire profundamente, no dejaría que una chica que le gustaba molestar lograra su objetivo conmigo. Salí de la escuela y escuche como alguien pronunciaba mi nombre, era una voz que reconocería hasta 6 kilómetros de distancia.
“Ness” – grito Jake, lo busque con la mirada y lo encontré en el estacionamiento, estaba recargado en su moto con esa chaqueta negra de cuero que le había dado en su último cumpleaños.
Corrí hasta donde estaba para abrazarlo, no había tenido un mal día pero sería mucho mejor si el estudiara conmigo y me hiciera reír en las clases más aburridas. Hasta el almuerzo seria placentero si lo hubiera compartido con mi mejor amigo.
-Hola mi pequeña Ness – me abrazo hasta levantarme del suelo – ¿Cómo te fue junto con todos estos mortales ignorantes? – me pregunto burlándose de los chicos que intentaban pasarse el balón sin conseguir ninguna puntuación.
-Me fue bastante bien, creo, tengo que hacer varios ensayos sobre libros que ya leí, y problemas de algebra los cuales se me muy bien el tema, así que se puede decir que no tengo tarea… entonces tengo toda la tarde libre – puse mi bolsa bien puesta en mi hombro, y lista para subirme a su moto – ¿A dónde vamos? – me encanta verlo así sonriéndome y riéndose de todo, era mi amigo y confidente.
-¿Qué te parece si vamos a Port Angeles por el helado que te prometí? – me ayudo a ponerme el casco, el se subió delante de mí y yo me sostuve fuerte de su chaqueta, el estaba a punto de arrancar pero su celular sonó.
-Usted está llamando al Licenciado Jacob Black – bromeaba con la persona al otro lado del teléfono. – Caray Leah, nunca dejas que uno se divierta – se empezó a carcajear – si yo le avisare a tu hermano y a tu mamá. Cuídate “Beta”- se despidió de Leah, ahora sabía que era ella porque había pronunciado su nombre.
Giro su rostro un poco para que pudiera escucharlo – Sostente bien, te contare en cuanto lleguemos – diciendo eso salimos directo a la carretera y en un dos por tres llegamos al centro de Port Angeles.

Jacob POV
Acelere la velocidad para llegar temprano a ver a Ness, nos había tomado mucho tiempo decidir si seguía estudiando o si me quedaba con Nessie todo el tiempo. Lo cual a Bells no le parecía del todo bien pero la opinión de quien más me importaba era de mi pequeña Nessie. Al principio ella quería estar conmigo todo el día pero de pronto le empezó a llamar la atención los niños que salían de las escuelas que veíamos cuando pasaban por ahí, ella tenía mucha curiosidad esa relación que tenían los estudiantes, y fue así como ella un día decidió querer entrar y sentirse como su papá fue alguna vez. Quería saber lo que era sentirse como humano y poder estudiar como una persona normal. Pero su crecimiento no le ayudaba en nada para entrar a un grado en específico.
Admitía que también me asustaba la idea de que ella no dejara de crecer, Bella y los Cullen esperaban que terminara su crecimiento porque era escalofriante verla de 5 años y parecía una niña de 10.
Cuando conocí al chico ese que venia con la vidente para ser testigo, me alivio verlo vivo después de tener ya sus añitos. Yo mismo le pregunte cuando se iba si el crecimiento de sus hermanas fue igual que él, pero su respuesta solo me preocupo más. “El crecimiento de cada una de mis hermanas vario mucho, depende mucho de la madre que hayan tenido”, eso fue lo que me había dicho el chico llamado Nahuel.
Me frene enfrente de la heladería favorita de Ness desde que era una pequeña y la traía a visitar el pueblo. Me quite el casco, a Ness no le gustaba que viajara sin el casco, siempre dice que es un gran peligro pero una moto no podrá conmigo si no pudieron los chupasangre que aniquile en ese prado cuando venían por Bella, menos una simple moto.
-Vamos por tu helado y de paso una botana no ¿Qué tal unas papas? – Creo que iba a pedir un helado muy grande, eso de estudiar me daba mucha hambre y mi organismo me lo podía ¿que se le iba a hacer? No me podía resistir a las reglas sagradas de 5 alimentos al día y eso sin contar con la merienda, el almuerzo y los antojos.
Tome su mano como un buen amigo y entramos al lugar, la típica campanita seguía sonando cada vez que entrabamos al lugar, una señora mayor con unos lentes nos sonrió desde la barra. La historia con la señora Mary era que yo tenía muchas primas y a todas las traía a este lugar para comprarles un helado pero ahora solo traía a una amiga muy querida de hace años. No le podía decir a la señora que durante todos estos 15 años era la misma niña la que traía y que había crecido los primeros años de volada. “Es que le dimos mucho *Danonino* señora, no pensamos que resaltaría pero ya ve, dio un buen estirón ¿no cree?”. Eso era ponerme la soga al cuello.
-¿Qué les voy a dar chicos? – esa mujer era como una abuelita salida de un comercial promocionando chocolate caliente o en medio de una gran familia abrazando a los nietos.
-Me da un Babana Split, una malteada de chocolate, un barquillo de Cookies and Cream –hice una pausa para pensar si algo se me olvidaba – y ella va a querer… – deje que Ness escogiera lo que quisiera.
“-Yo solo quiero una malteada de fresa y un helado de vainilla” – dijo amablemente a la señora que anotaba todo lo que habíamos pedido en una hoja de su cuadernillo. – “Enseguida se los llevo chicos, tomen asiento” –y se fue a la cocina para empezar a hacer las malteadas mientras le daba a otra chica el papel para que ella hiciera lo restante. Nos sentamos cerca de la ventana y ella me veía esperando que le contara sobre la llamada de Leah.
-“Y bien que pasó con Leah, dijiste que se iría a estudiar a Oxford pero ya paso mucho tiempo y no ha regresado, su mamá seguramente ya se preocupo por ella”- mi querida Nessie siempre tan considerada incluso con Leah, cuando Leah la veía crecer tan rápido sentía miedo y curiosidad ella prefería estar lejos de todo esto y fue por ello que se había ido a estudiar Diseño y Comunicación Visual o algo así había dicho.
Todos en La Push sabíamos que Leah se había tomado un tiempo libre y que aparte se había ido a estudiar, pero realmente ella se quería alejar de todos nosotros un rato, quería tener su mente para sí sola y claro que después de la boda de Sam y Emily ella escapo de este lugar. No le gustaba admitirlo pero aún sentía un gran amor por Sam, pero odiaba pensarlo porque todos nosotros nos enterábamos.
-Pues dijo que finalmente encontró un grupo de Yoga en España que le ayudara con su humor, y vaya que necesita controlar su genio, esa mujer no aguanta ningún chiste. – No me había dejado terminar mi chiste de Licenciado ocupado – El chiste es que me pidió que le avisara a su madre y a Seth que ella regresara hasta navidad porque si ella misma le avisaba su mama le iba a echar un mega rollo de que tenía que regresar a ser responsable y no sé que tanto dijo por eso le dije sí, que yo pasaría el recado. – llego la señora Mary con nuestro pedido y espere hasta que Ness tuviera su orden completa para empezar a comer – Buen provecho – dije empezando a saborear mi comida y le pregunte mientras me pasaba un cacho de plátano - ¿Y cómo te fue en la escuela? ¿Era lo que esperabas realmente o fue peor? – me preocupaba que ella no se acoplara y se quisiera retractar de ir a la escuela si así era yo podría dejar también la universidad y cuidarla.
Nessie tomó un sorbo a su malteada y me empezó a relatar su día: “-Pues, fue interesante, tal vez me una a las porristas, y creo, bueno no se pero creo que hice una amiga, iremos a comprar ropa el viernes, pero no sé si realmente allá aceptado, ¿crees que soy una chica agradable? – casi escupí lo que me estaba tomando, como se atrevía a dudar de si misma.
-No la verdad es que no eres nada agradable… – le dije muy sarcástico para que entendiera mis palabras ella me sonrió como una disculpa de lo que había preguntado – Ness la gente se acercara a ti por cómo eres, no por lo que ellos quieren que seas, si así fuera imagínate, tu tía rubia y yo serias como uña y mugre pero ni ella cambiara ni yo, así es nuestra naturaleza – la despeine un poco con mi mano.
-Entonces ¿este viernes no te veré cierto? – si ella había conseguido una amiga, le daría todo el tiempo que fuera posible para que la pasara con ella, Edward había sido muy claro conmigo desde hace unos años de que Nessie necesitaba conocer más gente que solo nosotros los vampiros y lobos, y diablos el tenia razón pero no quería que nadie la molestara ni la hiciera sentir mal, no quería que nadie la lastimara pero solo así madurábamos. Nessie interrumpió mis pensamientos preguntándome como me había ido.
-Pues tengo varios trabajos que hacer, no creí que ser arquitecto fuera tan complicado – sabia en el fondo que había escogido esa carrera porque a ella le apasionada los diseños de las casas, de los edificios y que cuando ella entrara a la universidad eso sería lo que estudiaría. Para ser honesto conmigo mismo había pasado muchos años intentando saber que era lo que más me gustaría estudiar pero no encontré nada para mi, y sabiendo que ella querría estudiar arquitectura… eso me inspiraría a terminar al menos una carrera y poder estar juntos trabajando, ella teniendo su propia empresa y yo siendo su socio. – Pero tengo compañeros buena onda que me ayudan a estudiar si no entiendo algo. – seguí tomando mi malteada, lo poco que me quedaba.
“-Jake, puedes estudiar otra cosa si eso no te gusta -” No me pongas esos ojitos, ay diablos me puso sus ojos como los de un tierno corderito, ella sabía que no le podía negar nada con esa mirada.
-Si no me gusta, entonces estudiare otra pero cuando termine esta, no puedo dejar abandonado algo que ya empecé, además pronto me alcanzaras – tenía que intentar desviar la mirada pero no podía pero gracias a mi estomago la malteada se termino y tuve que mirar el vaso para desplazarlo y empezar con mi helado – Tengo una idea, si no me gusto la carrera, pues entrare a estudiar otra, además será el mismo año que entraras tu a estudiar en la universidad. – eso me aliviaba y al parecer a ella también.
“-Mañana me podrías llevar a la escuela, es que mi abuelo Charlie tiene bastante trabajo y como aún no tengo un carro pues quería llegar contigo -” me dijo con una voz muy tierna, estaba claro que no me iba a poner difícil con ella, de hecho era un fácil con ella.
-Eso ni siquiera lo debes pedir, mucho menos preguntar, yo con mucho gusto te llevo a la escuela todos los días, es más si pudiera y no pareciera un joven de veintitantos iría contigo a esa escuela –

Alice POV
-Ya ves Jasper, solo fue acerca de una tonta película lo que vi –le señale la pantalla de la computadora, el de alguna forma logro hacerme decir lo que había visto y se preocupo mucho, pero le pedí que no dijera nada a nadie hasta no saber bien que era lo que había visto. –No sé porque vi eso, pero tal vez es porque tenemos que verla, mira la reseña dice que es acerca de vampiros que acabaran con el mundo, pero que tonto suena eso, mira esa imagen que está ahí… – me quede viendo la imagen de la película, era similar de lo que había visto pero aquí si se le podía ver la cara al tipo que estaba con una capucha, sin embargo yo solo había visto los ojos rojos – ah te decía, eso era lo que vi, ya está, no hay por qué preocuparse – el estaba casi con los ojos pegados en la pantalla, me pareció muy gracioso, lo tome del cuello delicadamente y lo jale hacia mí para besar su mejilla sabiendo que habría una reacción de él y me miraría a los ojos para encontrar mis labios después.
“-Ness está por llegar, ¿no deberías estar lista para secuestrarla y llevarla de comprar?, para esta hora creí que estarías esperándola en el auto, pero sigues aquí, eso es bueno para mí, pero me preocupa que no quieras ir corriendo a una tienda” - me miraba con sospecha pero lo que no le había dicho era que había cambiado un poquito los planes.
-Es que Rose nos acompañara, y ella está un poquito ocupada ahorita con Emmett allá arriba, en el ático, entonces nos iremos cuando se desocupe – había pasado por ahí en el ático por error.
Escuche una moto a lo lejos y al no poder ver quien era supe que mi sobrinita había llegado, de repente escuche bajar a alguien rápido por las escaleras, era Rose por supuesto.
“-Alice, qué haces aquí todavía, ya deberíamos estar de camino a Seattle, ese can nos ha atrasado, Bella se molestará si Renesmee llega tarde a la casa, rápido Alice, que no ves que fido va a querer entrar –” Rose todavía iba acomodándose su blusa y salió directo al garaje, escuche su auto encenderse y maldecir a la puerta eléctrica de la cochera que no abría tan rápido como ella quería.
Me reí más por dentro que exterior, si Rosalie me escuchaba seguramente me abandonaba y no me dejaría acompañarlas a comprar ropa, Jasper sintió mi alegría porque tomo mi mano acompañándome hasta la puerta principal para irme con mi sobrina y hermana.
“-¿Por qué no le preguntas a Bella si no quiere ir con ustedes? –” me pregunto Jasper cuando estábamos afuera viendo a Jacob y a Ness despidiéndose y a Rose tocando el claxon de su auto, presionándonos a todos. Me acerque al odio de Jasper – Porque están muy ocupados en su cabañita – le guiñe un ojo antes de besar su mejilla y llevarme a Nessie al auto, ella seguiría despidiéndose de Jacob y a Rose le daría un ataque si no la subía al auto. –Lo siento pero tenemos planes Jacob Black –le sonreí al licántropo antes de subirme al auto y Rose acelero lo más rápido que pudo.


Hasta aquí es el capitulo 2, hasta aquí habia puesto en fanfiction.net, pero aquí publicare antes lo que escriba. El siguiente es el capitulo 3. Espero sus comentarios ;)

FF:Purple Sky 1

He aquí el primer capitulo de "Purple Sky", mi siguiente final de Amanecer.

PURPLE SKY



"Habían pasado 15 años desde que los Vulturi habían intentado acabar con nosotros, no había de que preocuparse por su regreso, porque no había peligro alguno o eso creímos."


Capitulo 1: “Una nueva vida”

BELLA POV:

Hoy seria un magnifico día para toda la familia, incluyendo a Charlie que se sentía un orgulloso abuelo viendo a Renesmee ir por primera vez a la preparatoria de Forks, le tomo un tiempo asimilar el hecho de que Nessie pareciera toda una adolescente en menos de tres años. Habíamos retrasado el ingreso de Renesmee lo más que pudimos. En la casa solo nos quedamos Edward y yo con Renesmee, o eso es lo que pensaban los demás en Forks, la realidad era que Alice se divertía llevando a mi hija de compras todos los días y Jasper era el chofer personal de las dos. Rose y Emmett iban a pasar un tiempo solos mientras que Carlisle y Esme tuvieron que mudarse para que la gente no empezara a sospechar su juventud prolongada.

-¿Es necesario que vayas a la escuela? Puedo comprarte por Internet un curso completo de la preparatoria – dijo Alice en su quinto intento de convencerla sentándose a un lado de Renesmee en el sofá.

- Alice ya es tiempo de que Renesmee pueda convivir con mas personas que solo tú y las vendedoras de las tiendas – le dijo Edward, mostrándose serio pero podía ver en sus ojos que estaba divirtiéndose con la escena de Alice.

Renesmee estaba sonriéndonos, parecía estar apenada con Alice pero no necesitaba que nos mostrara lo que ella quisiera, ni que lo expresara con palabras, conocía a mi niña a la perfección a si como Edward que escuchaba sus pensamientos. Mi querida niña tenía tantas ganas de entrar a la escuela, tan grande es su deseo que me hizo falsificar un comprobante de estudios de primaria y secundaria, por el simple hecho de que ella no podía ir a la primaria sin que la maestra notara que a la segunda clase su alumna había crecido más de lo normal. Nos hubiera pedido que la internáramos en algún hospital especialistas en patología o algo similar.

Carlisle y Edward se habían encargado de ser sus profesores todos estos años, incluso Jasper había participado en su educación.

-Alice podrás llevarla de compras en las tardes y fines de semana- el rostro de Alice se había iluminado pero se cruzo de brazos en cuanto vio lo que iba a decir – a excepción de los días que tenga tareas y exámenes – dije dando las condiciones.

- Eres muy injusta conmigo – hizo un puchero provocando que Edward empezara a reírse.

-Sera mejor que ya no la molestes Bella – me dijo Edward intentando contener la risa – te tienes una sorpresa guardada y sé que no te gustara – mire a Alice que parecía indignada después a Edward que fruncía los labios. – Y al parecer a mi también – no le gusto para nada lo que Alice tenía en mente; iba a protestar pero lo deje pasar, si ya traía en mente algún plan para molestarme nadie la detendría.

Después de controlar un poco a Alice, haciéndosela encargada oficial de comprar todo el material para Ness aunque estaba exagerando un poco porque estaba segura de que en álgebra no se utilizaría lapiceros profesionales y mucho menos 3 juegos de geometría.

Carlisle y Esme habían llegado unas horas antes de que Renesmee se fuera a la escuela y como excelente abuela que era Esme, le había preparado su desayuno y almuerzo por si algo no le gustaba de la cafetería.

Charlie ya estaba afuera de la casa nervioso y ansioso de llevar a su nieta a la escuela, no podía faltar Jacob deseándole más que suerte a su mejor amiga, hasta ahora eso no había cambiado, y esperaba que así siguiera, no me seria fácil asimilar ser madre en mis eternos 19 de una adolescente para todavía sumarle que mi hija saliera con un licántropo.

-Isabella Cullen, ¿a dónde crees que vas? –me pregunto Alice en un tono amenazador y con los ojos muy abiertos.

-Voy con Charlie y Edward a dejar a mi hija en su primer día de escuela claro está –dije a la mitad de la escalera. Me sorprendió que Alice me preguntara tan cosa, en primera porque era lógico que estaría con mi niña y en segundo porque ella era podía verlo incluso antes de preguntarme, siempre sabia en donde estaba cada uno de la familia.

-Pero si todavía no estás vestida como se debe –me dijo mientras corría hasta mí, tomando mi brazo y llevándome hasta su habitación. Entendí a que se refería cuando vi sobre su cama de Alice un traje sastre gris con delgadas líneas blancas unos zapatos altos negros. Habían pasado ya 15 años desde mi transformación y Alice todavía tenía esa manía de vestirme y comprar toda mi ropa incluso sabiendo que tenía un enorme closet en mi casa.

-Antes de que empieces a reclamar te voy a explicar porque tienes que ponerte este hermoso conjunto que mande a traer desde NY –tomo el saco entre sus manos moviéndolo de derecha a izquierda como lo haría una vendedora en la tienda mostrándolo al cliente. –Ay Bella, quita esa cara, he visto que se te vera lindo ya lo veras tú misma así que tranquilízate. –Me había cruzado de brazos, estaba conforme con lo que traía puesto, ¿Qué acaso una falda verde y un suéter blanco no estaba bien?

-Tienes que aparentar ser una madre de una adolescente y no una adolescente educando a otra adolescente –hizo una pausa meditando un poco lo siguiente que me diría – al menos eso se supone que tenemos que aparentar Bells – se había incluido en el concepto – fue muy duro para mi cambiar todo mi guardarropa, por eso te ayude a conseguirte tu ropa del día de hoy –seguía de brazos cruzados, no quería admitirlo pero Alice tenía razón, si algún conocido de Forks me observara detenidamente notaría que no tenía ni una sola arruga desde que nos habíamos dejado ver. Camine hacia ella derrotada mientras que ella tenía una sonrisa de oreja a oreja; y por si fuera poco me maquillo y arreglo mi cabello de tal forma que me viera mayor. Cuando salí de su habitación estaba Edward esperándome al final de las escaleras con un traje negro, una camisa blanca y corbata de figuras discretas, su peinado estaba hacia atrás, como todo un empresario que salía en portadas de revistas de administración o derecho, de hecho los modelos le tendrían envidia a Edward con el porte que el tenia y esa sonrisa que me hipnotizaba, jamás me cansaría de verlo sonreír.

-Agradeceré a Alice después de todo – dijo antes de poner sus manos en mis caderas y posar sus labios en los míos, nos separo el sonido de una garganta aclarándose.
-Parece que también le daré las gracias después de todo – iba a besarlo nuevamente pero la voz de Rosalie nos distrajo.

-Yo que ustedes me retractaría enseguida –estaba en la puerta que daba a la cocina con Emmett detrás de ella quien sonreía feliz como siempre, nos saludo con un movimiento de la mano. –Alice ya esta ordenando por Internet toda tu nueva ropa –continuo diciendo Rosalie mientras se acercaba a nosotros.

-Rose, Emmett ¿Qué hacen aquí? –pregunte sorprendida de verlos de regreso de su viaje, suponía que Alice nos avisaría de su regreso en cuanto ellos lo tuvieran planeado…. Un momento Alice iba a qué???!!!

-Alice esta ¿qué? Pero si hace unos meses cambio todo mi closet – tendría que detenerla, quitarle el teclado o desconectar el módem.

-Relájate Bella, desconecte el teléfono antes de venir a saludarlos y estoy aquí porque quería darle buenos consejos a mi sobrina, es su primer día de clases y espero que pueda conseguir un novio decente y no un saco de pulgas – sonrió mostrando sus blancos dientes, se veía espectacular ahora que la veía detenidamente, se notaba que seguía odiando a Jake. –Tengo que ayudar a Alice en el peinado de Ness, en su maquillaje, el en perfume, son muchas cosas, todo tiene que ser perfecto, si se consigue un novio guapo y con dinero Fido no tendrá que pasar tanto tiempo en esta casa y mucho menos estar cerca de ella, la casa apesta a perro mojado – arrugó su nariz mientras que Emmett solo reía.

-Rosalie… Rosalie – Alice la llamaba en voz alta, parecía que había ido al cuarto de Ness, lo cual me alegraba, indicaba que no estaba buscando más ropa por Internet. El cuarto de Ness era el que había sido de Edward, a ella le encantaba todos esos discos que había dejado aquí Edward. –Iré a darle consejos a Ness –nos dijo mientras subía deprisa las escaleras.

-Se la paso todo el tiempo que estuvimos de viaje buscando las cualidades que un chico debe tener para que pudiera salir con Ness –dijo Emmett dándole palmadas en la espalda a Edward.

-No, aún no sucede – dijo Edward en respuesta a alguna pregunta que Emmett hizo en su mente. Los mire queriendo saber de que estaban hablando. – Quería saber si Jacob siente algo más que una amistad por Ness – el rostro de Edward se veía serio, intentaba no mostrar alguna clase de emoción acerca del tema pero yo sabía muy bien que esto le era sumamente incomodo.

-No pues ya no tardas en oler a suegrito – Emmett reía mientras le daba palmadas en la espalda, Edward lo veía con cara de pocos amigos.

En ese momento Rosalie y Alice bajaron las escaleras con una sonrisa de oreja a oreja y detrás de ellas venia mi pequeña, traía un pantalón de mezclilla azul con una blusa larga negra de bordes blancos y unos tenis converse negros, llevaba en su mano una chamarra blanca; Alice la había arreglado como una típica adolescente sin perder el toque de estar a la última moda, llevaba el cabello suelto, ondulado, eso debió haber sido obra de Rose que le estaba acomodando su cabello sobre los hombros.

-¿Cómo me veo? – pregunto mi niña dirigiéndose a los que nos encontrábamos en la sala, para ese momento Carlisle y Esme ya se encontraban ahí en la sala abrazándose, Rose caminaba hacia Emmett mientras que Jasper tomaba la mano de Alice.

Le sonreí a mi pequeña niña, no podía creer que habían pasado ya 15 años desde que ella estaba dentro de mí.

-Te ves preciosa – dije mirándola con todo el amor del mundo, al verla me recordaba a mi misma cuando había cumplido 16 años y mi madre me había comprado una blusa para estrenarla ese mismo día en la escuela y llevarme a cenar en un restaurante francés; veía a mi niña sonriente, feliz con su vida, la veía llena de luz y es ahora como entendía a Esme como se sentía de tener a todos sus hijos cerca de ella.

-No es que quisiera interrumpir esta hermosa escena, pero si no se apuran llegara tarde a su primer día de clases –nos dijo Alice que ya empezaba a empujarnos hacia la puerta.

-Hola mi niña – Charlie abrazo a Ness antes de que Jacob la acaparara para sí solo, pero él ya estaba detrás de Charlie, esperando su turno de saludarla antes de que se fuera a la universidad, sino fuera por eso, él mismo la llevaría a la escuela pero aún así, el iría a recogerla.

-Ness-Jacob la abrazo muy fuerte con esa gran sonrisa en su rostro –Enséñales a los profesores que sabes más que ellos –bromeaba con ella haciéndola reír pero a Charlie no le gustaban sus bromitas.

-No le des malos consejos a mi nieta Jacob – Charlie tomo a Ness por los hombros y la llevo hasta el asiento delantero de la patrulla, pero antes de entrar mi niña se despidió de todos con una sonrisa de oreja a oreja y un movimiento de mano.

-Te deseamos mucha suerte querida – dijo Rose despidiéndose con una mano y con la otra apretando el brazo de Emmett, cualquiera diría que Rosalie se aventaría al coche para sacar a mi hija y regresarla a su habitación. Edward y yo nos subimos a la parte trasera antes de que Charlie encendiera y emprendiera el viaje a la preparatoria de Forks.

-¿Recuerdas tu primer día en esta escuela? – me encontré con la mirada de Charlie en el retrovisor, tenía sus ojos un poco llorosos, recordaba ese día a la perfección. Había practicado mucho para no perder ese recuerdo humano. Mire a Edward sonriéndole y el entendió en que estaba pensando, el también recordó el primer día que nos conocimos cuando creía que yo era de total desagrado para él y él me veía como un “demonio” que había llegado a torturarlo.

Le tomo un momento a Charlie dejarnos en la puerta con Ness, parecía más que un abuelo. Nos despedimos de nuestra niña para que entrara a buscar su salón mientras que Edward arreglaba todos sus papeles en la dirección. Decidí esperarlo en una banca, había tantos recuerdos en esta escuela, había estado al borde de la muerte dos veces, había suspirado tantas veces por Edward, había estado como zombie. Tantos recuerdos que había querido mantener vivos y otros olvidarlos con toda mi alma, me reía de mi misma por no creer en el destino. Jamás llegue a pensar en que Edward cambiaria de opinión y que me hiciera parte de la familia y mucho menos ser madre de una niña única. Ahora el único debate que tenia conmigo misma era René, había evadido su visita a Forks porque ella creía que vivía en un pueblo remoto en Brasil, pero Charlie se estaba cansando de mentirle. – Bella, ¿no crees que tu madre tiene derecho de saber todo esto? – Torció la boca y cruzaba sus brazos – Me molesta mentirle, ella se lo creyó todo al principio pero después de tantos años ella necesita verte, saber de Nessie y que sepa que estas aquí en Forks tan cerca de ella. – Entendía perfectamente de que estaba hablando, había querido tantas veces tomar mi cartera y viajar directamente a Florida pero había tantas cosas que me impedían ir. El secreto no podía ser revelado, ni a mi propia madre, Charlie lo había tomado bien después de que se encariño con Nessie pero mi madre no era como Charlie. – Hallare una forma de solucionar esto sin que pase más tiempo – Le había dicho a mi padre. – Hablare con Alice y Edward para encontrar la mejor forma de decírselo sin que reaccione mal. – Charlie suspiro aliviado. – Bien –se subió a la patrulla y dijo – No creo que tengan problemas en regresar tu y Edward o ¿necesitan que los lleve de regreso a su casa? – a veces me seguían sorprendiendo las indirectas de Charlie, pareciera que conociera cada ventaja que teníamos como lo que somos.

-Puedes irte a trabajar papá, estaremos bien – con una sonrisa sin más palabras se fue a trabajar. No había tardado en regresar Edward después de que Charlie se había ido, se sentó junto a mí con una sonrisa traviesa en su rostro.

-Adivina ¿a quién me encontré en las oficinas? – mostraba sus perfectos dientes blancos, estaba ansioso por contarme lo que había visto.

-No soy Alice, ¿A quién viste? –

-A Jessica y a Mike Newton – no entendía cual era la gracia en lo que contaba era obvio que nos encontraríamos a algunos compañeros de clase en Forks.

-Trabajan ¿aquí? ¿En la escuela? – aunque saber que ellos trabajaban aquí era sorprendente, imaginaba a Jessica trabajando en Nueva York para alguna revista de chismes y a Mike en la tienda de sus padres haciéndola crecer más .

-No, ellos llegaron después de que registrara a Nessie – había algo que todavía no me contaba porque seguía sonriéndome – Ellos vinieron a registrar a Mike – ok ahora si estaba confundida. -¿De que estás hablando Edward? Mike se graduó con nosotros.-

-Jessica finalmente consiguió su sueño, ella soñaba con casarse con Mike Newton desde que lo conoció, cuando tu llegaste ella creyó que su sueño se había acabado. – Tan fácil que hubiera sido para Jessica decirle que jamás iba a salir con Mike pero prefirió verme como rival – Llegaron a registrar a Mike Jr., al parecer ellos dos siguieron festejando la graduación y entre botella y botella pues Jessica consiguió casarse con él.

Mike y Jessica habían tenido un hijo, apenas regresábamos a Forks y ya el mundo estaba encajando en su lugar. – No sabíamos porque nos la hemos pasado viviendo de un lugar a otro por seguridad de Nessie – dijo Edward, ahora solo faltaba saber que había pasado con Ángela, jamás recibí algún correo de ella. Me sentiría extraña viendo a Jessica 15 años después pero seguro presumiría su matrimonio con Mike. Al instante olvide lo que pensaba cuando Edward busco mis labios, era una reacción en cadena porque mis brazos se enredaron en su cuello dejándome llevar por el beso.

-Tal vez deberíamos esperar hasta llegar a casa, podríamos pervertir a los inocentes adolescentes de esta escuela – le costó trabajo ponerse en pie. – Tienes razón aquí no podríamos hacer gran cosa a que estuviéramos totalmente solos. –

ALICE POV:

-Jasper podrías pasarme esas revistas – tenía que apresurarme si quería darle modelos a escoger a Ness, ya había visualizado que esta tarde no tendría deberes por lo cual no había pretextos para festejar su primer día de clases yendo de compras. Jasper intentaba calmar mi ansiedad pero yo no era la que tenía ansias, lo mire y vi sus ojos oscureciéndose. Mire el reloj, teníamos mucho tiempo para ir por unos alces, tome su mano y me puse de puntitas para darle un beso en sus labios bajando hasta su garganta – Apostamos ¿a ver quien atrapa más conejos? – le pregunte riéndome porque sabía su respuesta.

-Eres una tramposita, sabes muy bien a donde correrán los conejos mientras que yo tengo que olfatearlos – me rodeo con sus brazos levantándome para tener mis labios a su alcance.

-Anda vamos que los conejos se meterán a su madriguera antes de que llueva – Estábamos a punto de salir cuando deje de ver la espalda de Jasper, ya no veía el cuarto a mi alrededor, solo escuchaba la voz de Jasper preguntándome que era lo que veía , pero no le respondí porque me asustaron los ojos rojos como la sangre mirándome, ocultando su rostro en una capa negra, solo veía los ojos brillar y la sonrisa con dientes blancos reluciendo pero no podía diferenciar si era una mujer o un hombre. Veía enfrente de él una pila de personas quemándose, no podía ver bien los rostros pero podía ver que algunos se movían indicando que seguían vivos…. Los estaban quemando vivos… Intente ver nuevamente el rostro que me había asustado pero todo se nublo, y los ojos que hacia un segundo me miraban desaparecieron. Por primera vez en 15 años jamás había visto algo que me produjera miedo o desconfianza de lo que veía. Tenía esa sensación que hacía 15 años… pero no podía ligar lo que había visto con ellos. No había pruebas.

Foro Rol: Midnight Tales

Bueno, a petición de un amigo quiere que promocione el foro rol de el y de su amigo, se llama Midnight Tales, he puesto el link en Friends. Les dejo el link AQUÍ

Este foro es sobre ángeles, demonios, vampiros, humanos, licantropos. Si quieren saber más solo entren. Atte: David


Suerte!!

Explicaciones... #2

Bueno, supuse que a alguien le interesaria saber la razón del nombre de este blog así como de uno de mis fanfics.

La razón es que pertenece a una canción que es de mis favoritas, es un lugar donde todo lo que ves a tu alrededor es de tu agrado, cercano a la Utopia. La frase va así:

"In my field of paper flowers
And candy clouds of lullaby (flowers)
I lie inside myself for hours
And watch my purple sky fly over me (flowers)"


Al final de mi fanfic sabran por que utilice esa frase, y bueno para my blog... simplemente me gusto! :)

MEGA NOTICIA!!!

Bueno para mí lo es!, jajaja, Legends And Lyrics saco un clip de 32 segundos con una canción nueva de Amy Lee titulada "Your Love" ¿Qué les parece?

Explicaciones...

Como muchos han notado casi en todos los sitios me pongo como nick "Evangel13", y recuerdo que hubo un tiempo que me preguntaban el porque de ese nick, bueno he aqui la explciación/razón:

EV / ANGEL / 13

EV=Evanescence
ANGEL=Angel
13=Mi número favorito.


Los junte y me salio ese nick, no tiene nada que ver con la religión.

#1.- Bienvenidos

Bienvenidos!!

Bueno, apartir del día de hoy este sera mi espacio personal, en donde publicare lo que he escrito de mi fanfic, lo más reciente de mis preferencias de musica, relacionado con mi carrera, libros que he leido, etc, etc.




(si ese es mi ojo ;) la tome en un momento de oscio hace tiempo.)

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