FF: "La historia de Carmen y Eleazar" 2

Capitulo 2: ¿Dueño?


Note que respiraba muy rápido, sus ojos se veían tan bellos, con una chispa en su interior que no me dejaba apartar los míos de los suyos, cerré los ojos para concentrarme, me preguntaba que hacia el aquí, jamás lo había visto antes en este lugar y se me hacia más raro cuando yo había pasado en este lugar los últimos seis meses. Tome valor y le pregunte, esperando no ser muy entrometida en asuntos ajenos.

-Disculpe usted señor Ángel... –empecé a decir pero me interrumpió en un tono muy amable
-Solo dime Ángel, no es necesario ese trato de usted –me sonrió de una forma que me hizo tenerle confianza.
-Ángel ... nunca lo había visto por aquí, ust... tu trabajas aquí o estudias en este lugar –si así fuera me sentiría mal por nunca haberlo notado, como no iba a reconocer a alguien con esa mirada. Lo observe muy atenta, seguía sonriéndome, tomo de nuevo mi mano

-Te gustaría sentarte un rato conmigo -señalo el amplio asiento que tenía el piano, en donde él había estado sentado hace unos momentos antes de que llegara, asentí con mi cabeza, me sentía nerviosa de estar a su lado, pero más que nerviosa era curiosidad de saber quién era aquel misterioso hombre.
Nos sentamos y me quede mirando unos segundos el piano, siempre había tenido curiosidad de aprender a tocarlo, pero mi madre creía que una joven de mi edad debía aprender otras cosas en lugar de perder el tiempo con instrumentos musicales, levante la mirada para ver a Ángel, me sonroje al ver que me miraba atento. –Sabes tocar –pregunto entornando sus ojos con curiosidad.

-No... No sé, pero me gustaría aprender y sobre todo... –mire de nuevo las teclas – me gusta el sonido que produce y las melodías que se pueden crear -dije pensando en la canción que había escuchado hace unos momentos. –Sabes tocar muy bien, te escuche desde la puerta principal, al principio pensé que era mi imaginación lo que me hacia escuchar las notas de un piano, ya que no tenía ni la menor idea de que aquí hubiera un piano –sonreí, de haber sabido hubiera venido a escondidas para poder tocar.

-Creía que ya no se encontraba nadie en el lugar, lamento haberte hecho creer que estabas alucinando melodías desconocidas, regrese hace unas semanas de Italia, y como yo soy el dueño de este lugar no vi problema alguno.- me dirigió una sonrisa parecía ser que se divertía con algún recuerdo pero no preste demasiada atención, ya que la frase “soy el dueño del lugar” había captado toda mi atención.

-Tu... tu eres el dueño de esta escuela –pregunte entrando en pánico – creía que la Señorita Leverman era la dueña del lugar, me siento engañada –dije tratando de bromear al final un poco y resulto ya que Ángel se había echado a reír.

-Si soy el dueño – dijo entre risas – Desde hace varios si... años que funde esta pequeña escuela, y dime… ¿por qué estas estudiando aquí…?- me pregunto entrecerrando sus ojos parecía que estuviera estudiando mis gestos que haría al dar mi respuesta.

-Bueno principalmente por mi madre, quiere que tenga excelentes modales para ser la mejor y brillar en sociedad –dije torciendo un poco la boca de reprobación, el se dio cuenta y antes de que preguntara el porqué de mi reacción continúe – No me gusta esa idea, mi padre me iba a dejar estudiar o hacer lo que quisiera en mis últimos años libres antes del matrimonio pero… cuando mi madre se propone algo, nada la detiene … por eso estoy aquí, estudiando modales y cosas que se supone que hare cuando me case… -respondí con mi mayor sinceridad.

-No pareces muy feliz con la idea de casarte… ¿qué no es el deseo de toda joven doncella en esta época? ¿Encontrar un buen marido y ser felices por siempre? – pregunto intentando entenderme

-No lo es… si no conozco a la persona, y mucho menos si no estoy enamorada, si ese es mi destino así será… pero mientras tanto, hay tantas cosas que quisiera hacer antes de casarme… ver el mundo, poder aprender a tocar diversos instrumentos, poder leer novelas que hagan suspirar a cualquiera, conocer el mar, poder pintar sin que me den instrucciones de que debo pintar y muchas otras cosas… --había dicho todo esto tan deprisa y casi susurrando, que no sabía bien si me había escuchado o no, pero cuando vi su rostro el sonreía.

-Estoy casi seguro que harás todas esas cosas antes de casarte, parecer ser una doncella muy decidida, y puedo ayudarte con algo de toda tu lista –dijo sonriendo aun mas.

-¿A que podrías ayudarme? –pregunte un tanto desconcertada, de todo lo que había dicho, ¿con que podría ayudarme? Tal vez pudiera darme algún buen libro y leerlo a escondidas en la casa de las señoras en donde me quedaba, o tal vez darme un lienzo y pintar a mi antojo… pero el simplemente se limito a mover su mano de forma muy suave, para que pudiera notar claramente lo que estaba haciendo, con su dedo índice toco una tecla, entonces lo comprendí, me en enseñaría a tocar el piano, sonreí automáticamente ante la idea, lo mire y sonreí aún más.
-De verdad ¿me enseñarías a tocar el piano? –dije respirando más rápido….

-Por supuesto –empezó a decir – solo con una condición y espero no te moleste – dijo moviendo un poco su rostro de lado

-¿Cual condición? –pregunte rápidamente…
- - - - - - - - - - - - - - - -- - - - - - - - - - - - - - - - - - -- - - - - - -


Hasta ahí llega el capitulo 2, me estoy apurando con Purple Sky y con este fic, espero no tardar mucho :) ¿Qué les parece?

0 comentarios:

Publicar un comentario

Vistas de página en total